DIARIO DE UNA PRIMERIZA: Impresiones de un protopadre

Cindy Luque Juarez

Esta vez quiero compartir las impresiones de un un futuro papá, mi esposo, y su experiencia durante estos siete meses que llevamos de embarazo.

La verdad es que lo que ha escrito me ha hecho derramar alguna lagrimilla porque ha descrito muy bien sus sentimientos y sensaciones al iniciar esta aventura que hemos emprendido juntos.

Bueno pues ahí va su post. Espero y lo animo a que siga escribiendo más que siempre es bueno conocer cómo se sienten los hombres al enterarse de que van a ser padres y cómo llevan el embarazo junto con su mujer.

Ramón García M.

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Como futuro padre, o como me gusta decir “protopadre”, quisiera compartir con todo aquel que, agradeciendo de antemano, desee usar su valioso tiempo en leer este post, una serie de impresiones y experiencias desde el punto de vista del “protopadre” en este corto camino que es el embarazo.

En primer lugar puntualizar que el camino es corto comparado con lo que viene después con la crianza de los hijos pero sí muy intenso, no nos podemos quedar dormidos en los laureles pensando “mi trabajo ya está hecho”. En esos 9 meses que nos esperan a ambos, cada uno debe adoptar su propio rol con el que poder cumplir de la mejor manera posible con el objetivo que no es ni más ni menos que llegar al día del parto “sin morir en el intento”. Y es que no solo es un camino agotador físicamente para la mujer sino también para la relación entre ambos.

EmbarazadaMasajeParejaGLos “protopadres” debemos ser conscientes de que muchas cosas han empezado a cambiar, y debemos tomar las riendas de nuestras circunstancias para manejarlas y que no se nos escapen de las manos. Entre otras situaciones, encontraremos que nuestra mujer está más frágil y necesitará todo nuestro amor, apoyo y comprensión. Queramos o no reconocerlo, ellas llevan la parte más dura y necesitan más cuidados tanto físicos como sentimentales, debemos saber que su cuerpo cambia durante todo el embarazo y junto a las hormonas eso las convierte en un cúmulo de inseguridades que debemos contrarrestar con más atención y cariño. Al final, debemos darnos cuenta que estámos en una época muy bonita pero en la que debemos ir con cuidado para que la relación con nuestra mujer no se vea deteriorada sino reforzada por los nuevos lazos de unión que se generan con los momentos que compartimos con ella o las dificultades que superamos juntos.

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A lo largo de lo que llevo de embarazo (bueno yo también existo aunque no sea el protagonista) he notado como varios sentimientos han surgido dentro de mí, recuerdo el primero de ellos, fue al saber que íbamos a ser padres, en ese momento sentí felicidad, felicidad por compartir algo tan maravilloso como es la creación de una nueva vida junto a la persona que más quiero, y esa felicidad se selló con un abrazo con mi mujer.

También recuerdo ese sentimiento un poco frenético pero que a la vez me daba más fuerzas cuando veía que mi mujer no podía más que sobrevivir a los momentos más difíciles del primer trimestre, comiendo a duras penas y con las pocas fuerzas que le quedaban intentando llevar una vida lo más normal posible sin estar todo el día en cama. Mi mujer estaba mal, y no podía encargarse de las tareas que solía hacer, más aún, intentaba hacerlas estando mal y eso no lo podía permitir, en ese momento sentí responsabilidad, responsabilidad de cuidar a mi delicada mujer en todo lo que pudiera para que pudiera pasar esos duros momentos de la mejor manera posible.

Otro sentimiento que recuerdo bien fue emoción, emoción al ver por primera vez a mi hijo en su primera ecografía, al verle saltar como un descosido dentro de su madre, una emoción que se tradujo en lágrimas de alegría.

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Han sido muchas experiencias y sensaciones durante los 7 meses que llevamos de embarazo mi mujer y yo y sé que habrá muchas más conforme se acerque ese gran día en el que por fín podremos ver a nuestro hijo.papaplayabebe

También sé que todo esto debe llevarme a cambiar igual que lo hace mi mujer, debe hacerme cambiar para convertirme en un padre de verdad. Y está transformación no terminará a los 9 meses sino que continuará durante toda mi vida y la de mi mujer en la que JUNTOS aprenderemos a ser los mejores padres posibles para nuestros hijos.