Una tarde diferente

Como padres tenemos una gran responsabilidad a la hora de educar a nuestros hijos, y normalmente eso implica un arduo trabajo corrigiéndolos. Mucho amor, mucha paciencia , psicología y, en muchas ocasiones, castigos y regañinas. Pero gracias a la reacción de mi hijo del otro día, me di cuenta de que algo nos faltaba en nuestra relación con él.

Ayer decidimos que ya era hora de llevarlo al cine para ver si podía aguantar toda la película comportándose y de ese modo poder llevarlo en más ocasiones. Pero cuando le dimos la gran noticia, tremenda fue nuestra sorpresa cuando nos dijo que prefería quedarse con sus abuelos antes que venir con nosotros. Obviamente esa respuesta me sorprendió y me molestó, pero también me hizo pensar en el porqué de esa respuesta. Y fue entonces cuando me di cuenta de que guardando nuestro sagrado deber de cuidarle y educarle habíamos dejado de lado otra tan importante como la de pasar tiempo de mimos solo con él. Siempre que estaba con nosotros, aún cuando iba a jugar al parque o jugábamos con él, había que guiarle para que se comportara, en muchas ocasiones con castigos y reprimendas y con el plus de hacer todas estas actividades con su hermano.
A raíz de esto, nos propusimos que la tarde de ayer fuese para él y solo para él, sin su hermano, y para que disfrutara sin correcciones (o al menos no si no fueran estrictamente necesarias). Fue una tarde de cine,  chuches (golosinas), un rato en las maquinitas, subiéndose en los coches y viendo juguetes en Disney Store. Se lo pasó muy bien y nosotros también sin pensar en otra cosa que no fuera su felicidad. Su sonrisa fue nuestra mejor recompensa.

Desde que nació su hermano nuestro hijo no había pasado un tiempo a solas con nosotros y creo que es bueno pasar cada cierto tiempo una tarde como ésta con él, para que recuerde que, a pesar del día a día, le queremos mucho y él siempre será nuestro primer gran regalo, que podemos ser tan guays (cool) como sus abuelos y darle el tiempo y atención exclusivos para él, mimarle y hacer de este ratito un tiempo de relajo y diversión. ¿Y vosotros que pensáis? ¿Si tenéis dos hijos, pasáis algún tiempo exclusivo con el mayor?

Niños digitales

Ramón García Martínez

Cada día que veo a mi hijo con menos de 2 años aprovechar cualquier oportunidad que tiene para ir corriendo y ponerse a tocar el ordenador (computadora) me emociono. Diariamente veo su interés por entender y dominar ese aparato que para él debe ser algo realmente interesante, pero también algo cotidiano en su vida. El hambre por aprender de los niños es insaciable y lo puedo ver diariamente en mi hijo: construyendo una torre con sus bloques, pasando las páginas de un cuento, probando los botones de la lavadora, televisión y, por supuesto, del ordenador. Eso me hace pensar en cómo los niños de hoy en día aprenden esta capacidad de interactuar con las máquinas que no había en nuestra época ni la necesitábamos, y por tanto será algo básico e imprescindible en su futuro. Lo curioso es que para esto que estoy describiendo ya existe un nombre y es “nativo digital”, un término acuñado por Marc Prensky, un famoso escritor sobre educación y aprendizaje. Básicamente los nativos digitales son aquellas personas nacidas en una época donde el desarrollo tecnológico está ya consolidado (en mi opinión, en España podría decirse de los niños nacidos a partir de la década de los 90 aunque todo dependería del contacto que hubieran tenido con la tecnología) y por tanto ven el mundo de una manera distinta a la gente nacida antes, los denominados “inmigrantes digitales”. Marc Prensky critica que la educación convencional, diseñada para “inmigrantes digitales” no es conveniente para estas nuevas generaciones, con las que deberían aprovecharse las nuevas tecnologías para adaptar la educación a esta novedosa visión que tienen los nuevos alumnos.

IMG-20150506-WA0005 En la educación de los jóvenes se van dando pasos para esto, pero solo estructurales, incitando al uso de los  medios digitales, pero no se ha cambiado la metodología ni se han adaptado las materias para estas nuevas  generaciones.

Yo quiero que mi hijo sea un hombre del siglo XXI, con todos los conocimientos y capacidades que necesitará en el  futuro, y me alegra ver que él está de acuerdo cuando lo veo pulsando botones en el ordenador y mirando a ver  qué pasa, o cuando toca la tablet para encenderla o para interactuar con alguno de sus juegos de animalitos. Él  está dispuesto a sumergirse en su mundo digital y yo quiero ayudarle a que sea una buena inmersión y no un  “planchazo digital”. Por supuesto que esto no quiere decir que vaya a centrar toda la educación de mi hijo en  temas digitales, sigue siendo básico que conozca y aprenda a jugar en el parque, a socializarse con los otros  niños y más adelante, lengua, literatura y el resto de disciplinas que se estudian en el colegio, aunque aprenderá  a leer en una tablet además de en libros.

Sin embargo, considero que el uso de nuevas tecnologías no es suficiente para que mi hijo pueda desenvolverse  todo lo bien que debería en su futuro. Al igual que la educación, no es suficiente con darle aparatos para que los  use, debe comprender e incluso más aún, dominar esos aparatos y no dejar que lo dominen y para ello, considero que la programación es lo que mi hijo necesitará en su futuro.

Algunos podrán decirme que eso sólo lo necesitará si va a estudiar informática y que hay otras disciplinas más importantes. Y quizás tengan razón y mi intención no es, ni mucho menos, quitar crédito o tiempo a otras materias, pero a mi parecer la programación es una disciplina que él puede y debe aprender para ese mundo que vivirá cuando sea adulto ya que, le proporcionará:

  • Conocimientos y entendimiento a la hora de enfrentarse a nuevas tecnologías. Si sabes cómo se hacen los programas entiendes más fácilmente cómo funcionan y por qué funcionan así.
  • Oportunidades de trabajo. Cada vez más el uso de ordenadores y los conocimientos informáticos son demandados en el mundo laboral y la programación puede dar un punto extra en el currículum de cualquier trabajador que desempeñe trabajo con ordenadores.
  • La programación es una disciplina que se basa en diseñar soluciones con el uso de máquinas y esto te ayuda a desarrollar capacidades como la abstracción, el razonamiento y la resolución de problemas que son tremendamente importantes y útiles a la hora de desenvolverse en la vida.
  • Y por último, y como comentaba antes, el hecho de poder programar hará que mi hijo sea capaz de dominar la tecnología teniendo una parte activa en ella y no dejará que le domine.

Es cierto que un niño pequeño no puede aspirar a aprender este tipo de cosas, todo a su tiempo, por eso, las diferentes plataformas de enseñanza recomiendan el inicio de esta enseñanza en los 8 años.

Si consideras que tu hijo puede sacarle partido a la programación y que pueda servirle para su futuro aquí te indico algunos sitios en los que tu hijo podrá empezar en el mundo de la programación pero jugando y haciéndolo divertido y entretenido para niños:

  • Code.org Este es un portal estadounidense donde los niños puedan aprender con juegos y programación. Hay versión en español.
  • Alice Es una propuesta de la Universidad Carnegie Mellon (EEUU) con la que dan de manera fácil y divertida los fundamentos de la programación. Es solo en inglés.
  • Scratch esta es la propuesta del MIT, una de las universidades tecnológicas más importantes del mundo. En español.
  • Doma de serpientes para niños Es un libro electrónico donde los niños pueden empezar a aprender un lenguaje real como es python.
  • Raspberry Pi, es un dispositivo usado sobre todo como “mini ordenador” para reproducción multimedia pero también dispone de herramientas para enseñar programación.

DIARIO DE UNA PRIMERIZA: Impresiones de un protopadre

Cindy Luque Juarez

Esta vez quiero compartir las impresiones de un un futuro papá, mi esposo, y su experiencia durante estos siete meses que llevamos de embarazo.

La verdad es que lo que ha escrito me ha hecho derramar alguna lagrimilla porque ha descrito muy bien sus sentimientos y sensaciones al iniciar esta aventura que hemos emprendido juntos.

Bueno pues ahí va su post. Espero y lo animo a que siga escribiendo más que siempre es bueno conocer cómo se sienten los hombres al enterarse de que van a ser padres y cómo llevan el embarazo junto con su mujer.

Ramón García M.

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Como futuro padre, o como me gusta decir “protopadre”, quisiera compartir con todo aquel que, agradeciendo de antemano, desee usar su valioso tiempo en leer este post, una serie de impresiones y experiencias desde el punto de vista del “protopadre” en este corto camino que es el embarazo.

En primer lugar puntualizar que el camino es corto comparado con lo que viene después con la crianza de los hijos pero sí muy intenso, no nos podemos quedar dormidos en los laureles pensando “mi trabajo ya está hecho”. En esos 9 meses que nos esperan a ambos, cada uno debe adoptar su propio rol con el que poder cumplir de la mejor manera posible con el objetivo que no es ni más ni menos que llegar al día del parto “sin morir en el intento”. Y es que no solo es un camino agotador físicamente para la mujer sino también para la relación entre ambos.

EmbarazadaMasajeParejaGLos “protopadres” debemos ser conscientes de que muchas cosas han empezado a cambiar, y debemos tomar las riendas de nuestras circunstancias para manejarlas y que no se nos escapen de las manos. Entre otras situaciones, encontraremos que nuestra mujer está más frágil y necesitará todo nuestro amor, apoyo y comprensión. Queramos o no reconocerlo, ellas llevan la parte más dura y necesitan más cuidados tanto físicos como sentimentales, debemos saber que su cuerpo cambia durante todo el embarazo y junto a las hormonas eso las convierte en un cúmulo de inseguridades que debemos contrarrestar con más atención y cariño. Al final, debemos darnos cuenta que estámos en una época muy bonita pero en la que debemos ir con cuidado para que la relación con nuestra mujer no se vea deteriorada sino reforzada por los nuevos lazos de unión que se generan con los momentos que compartimos con ella o las dificultades que superamos juntos.

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A lo largo de lo que llevo de embarazo (bueno yo también existo aunque no sea el protagonista) he notado como varios sentimientos han surgido dentro de mí, recuerdo el primero de ellos, fue al saber que íbamos a ser padres, en ese momento sentí felicidad, felicidad por compartir algo tan maravilloso como es la creación de una nueva vida junto a la persona que más quiero, y esa felicidad se selló con un abrazo con mi mujer.

También recuerdo ese sentimiento un poco frenético pero que a la vez me daba más fuerzas cuando veía que mi mujer no podía más que sobrevivir a los momentos más difíciles del primer trimestre, comiendo a duras penas y con las pocas fuerzas que le quedaban intentando llevar una vida lo más normal posible sin estar todo el día en cama. Mi mujer estaba mal, y no podía encargarse de las tareas que solía hacer, más aún, intentaba hacerlas estando mal y eso no lo podía permitir, en ese momento sentí responsabilidad, responsabilidad de cuidar a mi delicada mujer en todo lo que pudiera para que pudiera pasar esos duros momentos de la mejor manera posible.

Otro sentimiento que recuerdo bien fue emoción, emoción al ver por primera vez a mi hijo en su primera ecografía, al verle saltar como un descosido dentro de su madre, una emoción que se tradujo en lágrimas de alegría.

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Han sido muchas experiencias y sensaciones durante los 7 meses que llevamos de embarazo mi mujer y yo y sé que habrá muchas más conforme se acerque ese gran día en el que por fín podremos ver a nuestro hijo.papaplayabebe

También sé que todo esto debe llevarme a cambiar igual que lo hace mi mujer, debe hacerme cambiar para convertirme en un padre de verdad. Y está transformación no terminará a los 9 meses sino que continuará durante toda mi vida y la de mi mujer en la que JUNTOS aprenderemos a ser los mejores padres posibles para nuestros hijos.