Cindy Luque Juarez
Estas vacaciones de verano han sido intensas: un poco accidentadas, pero al final de todo muy bonitas.
Hasta hoy no había contado nada de lo que nos pasó, porque quería quedarme solo con los bonitos recuerdos, pero ahora que ha transcurrido el tiempo y que estamos en casa, volviendo a la rutina, creo que ya es hora de decirlo, y sobre todo alertar a aquellos que como nosotros confiamos nuestro viaje a una agencia.
Primero decidimos nuestro destino: Turquía. Luego, vimos las diferentes agencias y qué nos ofrecía cada una de ellas. Al final nos decidimos por Halcón Viajes, porque era la agencia donde siempre comprábamos tickets de avión, tours, etc. Como la conocíamos y siempre habíamos tenido un buen servicio decidimos que ellos nos buscaran el tour a Turquía.
Tuvimos que ir varias veces a la oficina de la agencia para ver si habían tours en las fechas en las que podíamos viajar. Una vez que encontraron una fecha adecuada, empezó todo el papeleo de los datos, de los pagos, etc. Como en el anterior viaje a Egipto ( que por cierto ellos nos lo vendieron y todo fue genial) le pregunté a la persona que siempre nos atendía si era necesario que sacara un pasaporte especial para viajar a Turquía. Le recordé que yo soy peruana, que aún no tengo la nacionalidad española, que solo tengo la residencia, etc. Ella me respondió que, al igual que en Egipto, solo debía pagar cierta cantidad de dinero cuando llegara al aeropuerto de Estambul.
Como en otras ocasiones confiamos en la agencia ¡¡¡¡Grave error!!! Si hubiera sido más desconfiada y hubiera llamado al consulado turco, me hubiera evitado muchos disgustos. Pero bueno, ¿para qué vas a una agencia de viajes y para que contratas sus servicios? ¿No es para que te asesoren en todo? O en todo caso, si no tienen la información decirte que tu la busques por tu cuenta.
El día del viaje llegamos puntuales a la Terminal 1 de Barajas. Esperamos que la inmensa cola que había avanzara. Cuando por fin llegó nuestro turno la mujer de facturación revisó mi pasaporte y me dijo que yo no podía volar porque no tenía el visado turco. Le dijimos a la mujer que no era así, que en la agencia de viajes nos dijeron que a mí, al igual que a los españoles, me sellarían el pasaporte llegando al aeropuerto turco y pagando 15 euros. Pero ella dijo que no, y así fue. Es más, la muy “sensata” le indicó a mi marido que si quería, él si podía viajar, pero que yo tenía que pedir la visa. Obviamente mi esposo dijo que ni loco viajaba solo.
Nos retiramos de la cola y el asombro pasó a ser indignación, rabia, impotencia. Lo único que nos quedaba era llamar al número de emergencia de la agencia de viajes. Al llamar nos dijeron que nos comunicáramos con la empresa que organizaba el tour, Panavisión, que tampoco daba soluciones. Me armé de todo el coraje y rabia que tenía y volví a llamar a Panavisión, lo único que ofrecían era cambiarnos el viaje, pero siempre y cuando tuviera el visado. Primero el visado y luego el cambio de vuelo.
Al día siguiente (lunes) muy temprano fuimos al Consulado Turco. El funcionario que nos atendió fue muy amable y quedó tan sorprendido con nuestra historia que accedió a darnos el visado para el día siguiente (martes) por la mañana. Con esa información llamamos a Panavisión para que nos reubicaran en un nuevo vuelo. Dijeron que todos los vuelos a Turquía estaban completos y que si queríamos viajar el martes por la tarde tendríamos que pagar 800 euros más porque nos pondrían en clase Business. Además de eso llegando a Estambul nos incorporaríamos al tour que ya tenía dos días de iniciado. Osea, todo pérdidas. Pérdida de dinero, pérdida de tiempo, y pérdida de tour.
No aguanté la rabia y le reclamé a la mujer que me respondía del otro lado del teléfono, que cómo era posible que solo nos dieran esa opción si el error no había sido nuestro, que en la agencia nos habían dado una información equivocada, que estábamos asesorándonos en la Oficina de Protección al Consumidor y que pondríamos un reclamo.
Al verme tan enfadada la encargada de Panavisión nos dió otra opción: salir la siguiente semana pagando algo menos. Era eso o perder todo el dinero. Y como pasa en todos lados, primero se paga y luego se reclama. Decidimos optar por el menor de los males y aceptar su oferta.
Los días siguientes, para no torturarnos con lo mal que nos estaba yendo, decidimos irnos de Madrid, olvidarnos del tema hasta el día del vuelo y visitar a nuestros amigos en Tarragona. Disfrutamos de su compañía, nos dieron ánimo, y también disfrutamos de un día en la playa. Tan tensa y estresada estaría con todo el problema del viaje que me dio una contractura muscular en el cuello y la espalda. Tuve que tomar relajantes musculares y esperar a que se me pasara rápido el malestar para estar bien para el viaje.
Pero eso no fue todo, un día antes del vuelo a Estambul, fuimos a casa de campo de la familia de nuestros amigos. Allí comimos fideuá con mariscos, comida que me encanta. Pero para mi mala pata ese día me intoxiqué. Se me llenó la cara de ronchas, la piel se me puso roja, y me picaba todo el cuerpo; sentía que se me cerraba la garganta. Me llevaron de emergencia al hospital y allí me tuvieron en observación 3 horas y me dieron medicina a través de la vena.
Como ven cerramos con broche de oro la racha de “accidentes” que tuvimos previo al viaje. Gracias a Dios que luego, al embarcar, al llegar a Turquía, y durante todo el viaje fue todo de maravilla. Conocimos personas majísimas, y pudimos visitar otra preciosa parte del mundo y ver uno de los mejores amaneceres desde un globo aerostático.
A pesar de todo lo malo, pudimos disfrutar de unas lindas vacaciones. Pero eso sí, ya sabemos que la próxima vez no volveremos a contratar la misma agencia de viajes. Ahora mismo nos estamos informando de cómo y a través de quiénes debemos hacer nuestro reclamo.
Ya saben, si quieren viajar a un país, primero infórmense acerca de los visados, llamen a los consulados para saber si según su nacionalidad necesitan o no la visa para entrar a ese lugar. No confíen mucho en lo que les diga la agencia de viajes, porque si se equivocan al final se lavarán las manos y el error será de “ustedes por no informarse bien”. Porque eso fue lo que nos dijeron, que el cliente debía informarse sobre el tema de sus documentos. Pero yo me sigo preguntando, ¿ entonces para qué contratamos una agencia de viajes?.