DIARIO DE UNA PRIMERIZA: ¿Niño o niña?

Cindy Luque Juarez

Cuando vas a tener tu primer hijo, creo yo, que a muchos padres nos da igual si será niño o niña, mientras nazca sanito(a), fuerte y sin problemas. Bueno pues la incertidumbre se acaba en la semana 20 de embarazo, tiempo en el que hacen una ecografía para ver el sexo del bebé y para medirle todos los miembros del cuerpo y descartar algunos indicios de Síndrome de Down. Nosotros tuvimos esa ecografía hace un par de días. No sé por qué estaba nerviosa, lo que más me importaba es que el médico me dijera que el bebé estuviera en buenas condiciones.
Al llegar al hospital y ver a tantas mujeres embarazadas esperando su turno, me sentí agobiada, me dio un ataque de nervios. Además, vi a una mujer que parecía estar en labores de parto que paseaban en silla de ruedas y que tenía una cara de película de espanto. Me puse a pensar cómo sería el día que a mi tocara estar en esa situación y se me aceleró el corazón, porque es un miedo que tengo y que trato de dejarlo aparcado para disfrutar del embarazo y pensar que cuando eso pase, pasará y lo superaré porque si muchas mujeres lo han pasado yo también podré.

Menos mal que nos llamaron rápido para hacernos la ecografía. Revisaron todo lo del bebé: el cerebro, el corazón, las piernas, la columna, los pies, la nariz, la boca, etc. Todo estaba bien. Y por fin, el médico dijo: «No hay duda, es un niño». Se me salió una lagrimilla de emoción, y más cuando oí el fortísimo latido de su corazón. Una experiencia maravillosa que mi esposo y yo vivimos juntos y con mucha alegría.
Al día siguiente tocó visita a la matrona (ginecóloga-obstetra) para revisar los resultados de la ecografía y reconfirmó que todo estaba bien. Me pesaron y desde la primera visita hasta ahora que llevo casi cinco meses de embarazo he subido cuatro kilos y medio. Aquí en España son muy estrictos con el peso que ganan las embarazadas. A mi me han dicho que voy bien y que además es mejor ganar el peso durante los dos primeros trimestre que al final, porque al final el peso es sobre todo para la madre.
La próxima visita al médico será para que me hagan el examen Sullivan para ver el nivel de azúcar y detectar la diabetes gestacional. Me han dicho algunas amigas que este examen es pesado porque hay que estar una mañana entera tomando un jarabe super dulce y luego extraerán sangre y si ha salido bien, pues nada… a casa. Si no, otra vez a tomar el jarabe y a sacar sangre. Veremos cómo va.
Hasta la próxima.

DIARIO DE UNA PRIMERIZA: Cambiando de dentro hacia fuera (II)

Cindy Luque Juarez

A pesar de los síntomas, yo quería ver algo más del bebé. Y por fin llegó la primera ecografía. Mi esposo y yo fuimos a la ginecóloga y ella nos hizo el examen. Vimos la primera foto de nuestro bebé, creo que él(ella) estaba con las mismas ganas de vernos porque ese día se movió exageradamente, parecía que saltaba. Y su corazón…. ayyy fue alucinante sentir los latidos fortísimos de ese pequeño embrión que casi casi pasaba el umbral de los tres meses.

Pasados los tres meses de rigor y de riesgo, las nauseas, los mareos fueron decreciendo; sin embargo, los olores fuertes aún me molestan y he aprendido que debo comer poco y varias veces. Esa es la maneras, por lo menos para mí, que la comida me siente mejor. Eso sí, mucha fruta, verdura, agua para darle todos los nutrientes al bebé y sobre todo para no sufrir ese fastidioso estreñimiento que a muchas embarazadas nos afecta.
Ya estoy en la semana 17 y de una semana a otra he sentido un gran cambio en mi cuerpo. Antes tenía una pequeña barriguita y esta semana de manera tan impresionante me ha crecido rapidísimo la pancita.

Ahora me canso más al caminar y encima estoy resfriada y mal de la garganta y tengo una presión entre la panza y el pecho. A veces me asusta y me agobio, porque si ahora tengo la pancita así y me cuesta respirar y hasta dormir, no sé qué pasará con más semanas. Pero luego pienso en la carita de ese bebé que crece dentro de mi y me doy ánimos para seguir alegre y fuerte. Además, el papi me ayuda mucho y es el mejor apoyo que tengo.
Ahora esperamos cumplir la semana veinte para saber si será el o ella.

Seguimos esperando con paciencia, emoción y alegría ver la carita de nuestro bebé. Nos da igual que sea niño o niña, lo único que queremos es que venga sanito(a) a este mundo que será más maravilloso con él entre nosotros.